El concepto de persona mayor es uno pero su realidad es múltiple y diversa. Cada persona cuenta con sus propios afanes, sus inquietudes y su modo de estar ante el mundo. La Obra Social de Caixa Galicia intenta ofrecer alternativas, iniciativas y actividades que ayuden a construir y a complementar el proyecto vital de CADA PERSONA tras su jubilación. En su red de centros de mayores son los propios mayores quienes deciden sobre los rumbos de sus programaciones.
¿Qué busca usted en un Centro de Mayores?
¿Es usuario de los mismos? ¿Qué le aporta serlo?
¿Qué opina de las actividades que oferta?
¿Encuentra cauces de participación adecuadas en el diseño de las actividades y servicios que se ofrecen en los Centros de Mayores?
___________________________________
COMENTARIOS DE LOS SOCIOS
“Estoy integrada en el Centro de Mayores de Pontedeume desde 1990. Forma parte de mi vida, me llena y me satisface, porque las actividades que programan nos hacen muy felices. Salimos de casa y nos relacionamos con gente nueva, trabajamos en grupo y tenemos muchas cosas en común. Hablamos, nos comprendemos y nos escuchamos”.
Dolores, Pontedeume.
“Los centros de mayores nos dan a la gente mayor la oportunidad de reunirnos y practicar muchas actividades que nos animan a movernos, a comunicarnos, a sentirnos más activos, a salir de casa. Gracias al centro podemos hacer yoga, baile, piscina, gimnasia y también ir a clases de memoria, aula sénior, etc. Con ello no sólo trabajamos el cuerpo, sino la mente, ya que recordamos pero también actualizamos nuestros conocimientos. También se organizan excursiones, acudimos a exposiciones, conocemos la arquitectura e historia de nuestra ciudad y, sobre todo, desterramos la timidez, tan frecuente en los mayores, de manera que hacemos amigos y disfrutamos de los compañeros”.
Fina, Ferrol.
“Soy una señora de 73 años, socia del Centro de Mayores de Caixa Galicia de Viveiro. Estoy en Ejercicios de Memoria, donde estoy muy a gusto. Me estimula mucho y he aprendido muchas cosas que no tuve la ocasión de aprender de niña. Tras la jubilación he disfrutado mucho de mis nietas. Tengo un marido delicioso y unos hijos fabulosos, aunque para una madre los suyos siempre son lo mejor. Lo he pasado muy mal pero ahora estoy muy satisfecha y contenta”.
Celia, Viveiro.
